Hablemos De La Plastilina

La plastilina es un elemento flexible y práctico, por medio del cual, los niños encuentran una alternativa lúdica que les permite ocupar su tiempo libre, creando formas, clasificando y realizando muchas más actividades.

Este material no solo divierte y estimula al niño, sino que favorece su desarrollo en todos los sentidos:

  • Mejora su capacidad para concentrarse
  • le permite fijarse metas a corto y a largo plazo
  • facilita sus procesos de lectoescritura
  • y le relaja y tranquiliza

Es una actividad que no solo los entretiene, sino que además les permite establecer un contacto físico y placentero. Con la plastilina se transforma el juego y la diversión en algo mucho más que eso: modelar plastilina cumple una función muy importante en el desarrollo y aprendizaje.

El modelar estimula la imaginación y creatividad

la capacidad de observación y además realizar diferentes formas, contribuye notablemente a que ellos desarrollen su motricidad fina y la musculatura de sus dedos para luego aprender a escribir más fácilmente.

Utilizar plastilina de diversos tonos ayuda en el aprendizaje de los colores, y la posibilidad de que el niño asimile conceptos como grande, pequeño, fino, grueso; Su percepción, sus nociones lógicas matemáticas y espaciales al manejar conceptos arriba-abajo de circulo, triángulo, cuadrado, esto es un avión, esto un dinosaurio…

Ablandar y modelar una masa de color, luego mezclarla con otras y hacer pequeñas piezas hasta crear mundos de plastilina, constituye una actividad mucho más compleja e importante de lo que se cree, pues contribuye significativamente en el desarrollo de los niños, siempre y cuando cuente con la supervisión y dirección de padres y adultos.

A partir de los 2 años ya pueden empezar a jugar con plastilina.

No con la que se suele vender en las tiendas normales o en la de los chinos. Tenemos que buscar una plastilina adecuada para esa edad o preparar una plastilina casera (será objeto de otro post)
Al principio, empezaremos sólo con las manos y los dedos, para que el niño conozca la plastilina, el tacto que tiene y cómo responde. Después podremos ofrecerle cosas que pueda utilizar para dar forma a la plastilina, como un palito de helado, un cuchillo de mantequilla, un rodillo de amasar..

Y a partir de aquí… no vamos a ser nosotros los que pongamos un límite en la edad para el uso de la plastilina, hoy podemos encontrar hasta películas de animación cuyos personajes han sido creados por este material.

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