Papiroflexia: Así lo denomina la real academia española, papiroflexia o cocotología, sin embargo estos términos no están muy extendidos fuera de España, otros países del habla hispana siguen usando el término nipón, Origami.

Es el arte de origen japonés consistente en el plegado de papel, sin usar tijeras ni pegamento, para obtener figuras de formas variadas, muchas de las cuales podrían considerarse como esculturas de papel.

Con sólo algunas hojas de papel pueden obtenerse distintos cuerpos geométricos (incluso a veces, poliedros) o figuras parecidas a la realidad. Las distintas figuras obtenidas a partir de una hoja de papel pueden presentar diferentes áreas (según la porción de papel que queda debajo de otra) y varios volúmenes.

La particularidad de esta técnica es la transformación del papel en formas de distintos tamaños partiendo de una base inicial cuadrada o rectangular que pueden ir desde sencillos modelos hasta plegados de gran complejidad.

Para la papiroflexia no hay edades. El tiempo nos sabe siempre a poco, porque cuando empiezas no ves el momento de terminar hasta que no sale la figura. Además querrás probar con otro tipo de papel, con otro tamaño, con otra idea. La papiroflexia engancha.

Practicar el origami además de ser divertido, beneficia en muchos aspectos:

• Fomenta la paciencia, la perseverancia y el razonamiento: Si la figura no sale a la primera, seguiremos intentándolo.
• Fortalece el desarrollo de la percepción viso-espacial: manejamos dos y tres dimensiones.
• Mejora la coordinación y motricidad fina: mejora los movimientos de los dedos y manos.
• Entrena la memoria: Cuando más tarde haces una segunda figura, hay que acordarse de cómo hacer los pliegues.
• Aumenta la capacidad de concentración, despertando la imaginación y creatividad.

Tenemos varios libros con los cuales puedes seguir de una forma divertida las pautas para crear diferentes figuras:

 

    

 

Mientras tanto, aquí te dejamos un vídeo para que te animes a hacer alguna figura:

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